viernes, 8 de junio de 2007

Cataluña y Madrid

En nuestra guerra civil yo vivía en Barcelona, no sé si lo he comentado. El gobierno aconsejaba a los niños madrileños que salieran de Madrid, a Valencia o Cataluña. No había llegado la guerra allí, pero yo recuerdo cuando llegué, muy cansada por el viaje tan largo, haber visto gente muerta en alguna esquina, de modo que también había llegado la guerra, y por lo tanto el hambre. Yo solía sentarme en el escalón de entrada de una antigua fábrica de galletas. ¡Qué bien lo pasaba allí! Con aquel calor, o recitando o cantando para alguna vecina, me regalaban alguna rebanada de pan con tomate, una costumbre que aún no he perdido; suelo cenar eso. Y sobre los catalanes, qué voy a decir. Me quisieron mucho, les hacía mucha gracia una niña tan pequeña y tan despierta. Yo sólo tengo buenos recuerdos de esa tierra, y de sus gentes, hasta el punto de que cuando juega el Real Madrid y el Barcelona quiero que gane el mejor (que suele ser el Barcelona).

Nota del copista: Saliendo al paso de algunos rumores, preguntas y comentarios, he decir que mi tarea consiste únicamente en transcribir literalmente lo escrito a mano. Nada más. Y eso es que lo que hago, encantado.

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