viernes, 30 de mayo de 2008

La ceremonia del huevo

Aquella ceremonia del huevo era para recordarla siempre. Era por el año 40, no había comida, no había nada. Mi hermana Rosa vivía lejos de nuestra casa y tenía gallinas, mi hermano Pedro que siempre ha sido muy hábil de vez en cuando le cogía un huevo y se lo guardaba en el bolsillo de los pantalones, hasta que un día se rompió el huevo y claro, mi hermana descubrió el pequeño robo, ella nos quería, pero no se enteraba del hambre que pasábamos y a nosotros no nos gustaba pedirle nada y ella con tanto trabajo se le olvidaba darnos de merendar, pues aquellos huevos eran un acontecimiento. Mi madre decía, el huevo es para papá, que es el que trabaja y está muy cansado, así nos poníamos alrededor de la mesa para acompañarle, él ponía el huevo pasado por agua en una huevera y hacía una torre con pan hecho tiritas, iba mojando el pan y repartiéndolo entre todos nosotros, no me acuerdo bien, pero creo que él no lo probaba.

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