domingo, 20 de enero de 2008

El primer coche

Mi hermano Juan se acordará, fueron los dos (mi marido y él) a traer el coche, un cochecito precioso negro, le llamaban el “Topolino” era muy pequeño y lo vimos en un garaje en la plaza del Marqués de Salamanca, nos enamoramos de tal forma que empezamos a pensar si podría ser nuestro. Teníamos entonces una Vespa a la que Angel había acoplado un sidecar y para que los niños no tuvieran frío le puso una cabina que acopló de una avioneta, vaya ingeniero que era, hacía cosas increíbles, ahora pienso que el dueño del coche no era ingeniero, pero sí más listo y debió salir ganando. Yo no hacía mas que salir al balcón para ver venir el coche “nuevo” que debía tener más años que Matusalén, cuando lo metieron bajamos todos mis hermanos, cuñadas y sobrinos y claro mis niños y yo, todo un acontecimiento. Todos querían probar a conducirlo y al ir a salir no encontraban la marcha atrás y les decían: os han timado, no tiene marcha atrás. Probaban uno y otro y nada, hasta que Rafael que tenía más experiencia la encontró, nos libramos de un buen susto.

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